SILVICULTURA
La silvicultura (del latín silva, selva, bosque, y cultura, cultivo; sinónimo selvicultura) es el cuidado de los bosques o montes y también, por extensión, la ciencia que trata de este cultivo; es decir, de las técnicas que se aplican a las masas forestales para obtener de ellas una producción continua y sostenible de bienes y servicios demandados por la sociedad.
Estas técnicas se pueden definir como tratamientos silvícolas, cuyo objetivo es garantizar dos principios básicos:
- La persistencia y mejora de la masa (continuidad en el tiempo y aumento de su calidad) y su uso múltiple. El silvicultor emplea diferentes tratamientos silvícolas en función del aprovechamiento de que quiera obtener, como madera, leña, frutos, calidad ambiental. Por ello, la selvicultura siempre ha estado orientada a la conservación del medio ambiente y de la naturaleza, a la protección de cuencas hidrográficas, al mantenimiento de pastos para el ganado y a la fruición pública de los bosques.
- La silvicultura origina una producción diversa (diferencia clara con la agricultura), siendo necesaria la compatibilización de todas las producciones y externalizaciones que produce. Será el principio de preferencia quien rija el orden de éstas, mediante listas de preferencias jerarquizadas.
Tala silvicultural de un árbol de Abeto blanco en bosque en los Alpes italianos.
Características
La silvicultura debe adaptarse a los fines que se persiguen. Si el objetivo principal es la función de producción, deben considerarse por lo menos dos aspectos. Si lo que interesa es la cantidad, hay que hacer todo lo posible para conseguir el máximo crecimiento anual. Si se busca la calidad (carpintería, contrachapado, etc.), se aumentará o reducirá el crecimiento, según sean las características del monte; generalmente, en un monte espeso, se intentará favorecer la poda natural (lo cual disminuirá el número y el diámetro de los futuros nudos del árbol). En caso de que se pretenda mantener el suelo en buen estado, o regularizar el curso de manantiales y arroyos, o regenerar un bosque degradado, se deberá evitar en lo posible poda o corte de árboles, siendo más prudente aplicar una silvicultura ecológica más conservadora.
El medio de acción más importante para el silvicultor es la tala.
Hay varios tipos de talas:
- en el monte alto regular, se realiza la tala de sementero, la de repoblación y las talas de mejora
- en el monte alto irregular, la distinción no es tan clara, y las talas tienen generalmente un carácter mixto
- en el monte bajo, la tala suprime todos o casi todos los tallos existentes, aislados o en macollas.
fuente: https://www.ecured.cu/Silvicultura